"Las Competencias Básicas forman personas"
Miguel Angel Ariza
Miguel Angel Ariza
Desde el curso pasado ya trabajamos en nuestro centro, propuestas de un cambio en profundidad de nuestras programaciones de ciclo, partiendo de la líneas estratégicas de nuestro nuevo Proyecto Educativo.
Esta semana con la intención de sentar bases para nuestra Formación en Centro, hemos compartido dos tardes con Miguel Angel Ariza de iCOBAE, sesiones que nos han resultado de recapitulación, motivación y reafirmación de un camino que, pasito a pasito, estamos recorriendo.
Si tuviera que quedarme con una sola idea me quedaría con el título de esta entrada y es que siento que las CCBB, que están removiendo nuestra programación, nuestra metodología y nuestra evaluación, lo consiguen en la medida en que entendemos que, van a cambiar a la persona que desde nuestras aulas llega a la sociedad.
Y desde esta visión de Educación para la Vida, en la que creemos y por la que trabajamos, hay muchos puntos en común con esta Filosofía, ya que parte de que vivir es resolver problemas, lo cual tiene bastante relación con entender la vida, como la entendemos, como un reto continuado.
Reflexiono y parto de la evaluación, quizás porque en mi centro de forma intuitiva, partimos de los criterios a la hora de programar, o tal vez porque al plantear, qué es realmente evaluar, me lleva al proceso de aprendizaje.
Cuando evaluamos, de forma al menos implícita, nos hacemos estas dos preguntas:
¿Dónde estamos?
¿A dónde queremos llegar?
La evaluación no es más que hacer un seguimiento de este camino, de todo lo que va a permitir llevar a cabo este proceso, atendiendo a dicho proceso y teniendo en cuenta todas esas pequeñas metas, en las que el/la niño/a nos muestra lo que es y lo que va avanzando y que son necesarias para llegar al producto final.
En este sentido tal como nos comentaba Miguel, evaluación se funde con aprendizaje, en una actividad decisiva, que puede y debe realizarse a diferentes niveles (autoevaluación, co-evaluación...) y que debe valorar a todos los implicados en el proceso.
Las CCBB convierten al alumnado en el protagonista del aprendizaje proponiéndole retos personales y retos sociales en forma de tareas integradas. Yo enlazo este planteamiento con el encuentro del alumno/a consigo mismo/a, con la idea de tener una relación sana y consciente con lo que realmente somos, para que desde aquí, y con los principios del aprendizaje cooperativo, pueda traducirse en una mejora social. Lo que me lleva a uno de los pilares para mí clave en la educación: el aprendizaje de servicio.
Básica, por tanto, la actividad, la acción, que a través de tareas de áreas o de trabajos monográficos multidisciplinares, que responden a nuestros criterios de evaluación, van a pemitir a nuestros/as alumnos/as realizar aprendizajes por descubrimiento desde su creatividad.
A tener en cuenta, la importancia del saber. Se nos recalcó una y otra vez que:
"Antes de saber hacer, tenemos que saber".
Saber que, en esta Filosofía, no se entiende de forma convencional. En este saber, el alumnado sigue siendo el protagonista y cuenta, tanto en esta fase como en la fase de saber hacer, con las nuevas tecnologías y con las estructuras que nosotros/as le proporcionamos para recoger los saberes de cada área.
Para todo esto, dos claves: coordinación de todo el equipo educativo y la ayuda de colaboradores, familia o expertos en los temas que trabajemos. Lo que de ser llevado a cabo de forma eficaz, nos convierte en modelos para nuestro alumnado, en el trabajo colaborativo.
A lo largo de todo el proceso nos permitimos y le permitimos a nuestros/as niños/as la reflexión sobre el mismo, lo cual va a posibilitar reforzar su pensamiento crítico y la autorregulación del proceso.
Hasta aquí la reflexión.
Para la práctica, nuestra Formación en Centro, "Aprendiendo a Ser", que mañana a las 14:00 h. comienza y en la que estoy totalmente convencida puede integrarse, "La semana de los proyectos" de iCOBAE.
Resulta altamente gratificante, reconocer claves que son constantes en las diversas formaciones a las que acudimos, que permiten matizar y a la vez reforzar el ideal educativo con el que soñamos y por el que trabajamos.
Ana María R. Novoa
Esta semana con la intención de sentar bases para nuestra Formación en Centro, hemos compartido dos tardes con Miguel Angel Ariza de iCOBAE, sesiones que nos han resultado de recapitulación, motivación y reafirmación de un camino que, pasito a pasito, estamos recorriendo.
Si tuviera que quedarme con una sola idea me quedaría con el título de esta entrada y es que siento que las CCBB, que están removiendo nuestra programación, nuestra metodología y nuestra evaluación, lo consiguen en la medida en que entendemos que, van a cambiar a la persona que desde nuestras aulas llega a la sociedad.
Y desde esta visión de Educación para la Vida, en la que creemos y por la que trabajamos, hay muchos puntos en común con esta Filosofía, ya que parte de que vivir es resolver problemas, lo cual tiene bastante relación con entender la vida, como la entendemos, como un reto continuado.
Reflexiono y parto de la evaluación, quizás porque en mi centro de forma intuitiva, partimos de los criterios a la hora de programar, o tal vez porque al plantear, qué es realmente evaluar, me lleva al proceso de aprendizaje.
Cuando evaluamos, de forma al menos implícita, nos hacemos estas dos preguntas:
¿Dónde estamos?
¿A dónde queremos llegar?
La evaluación no es más que hacer un seguimiento de este camino, de todo lo que va a permitir llevar a cabo este proceso, atendiendo a dicho proceso y teniendo en cuenta todas esas pequeñas metas, en las que el/la niño/a nos muestra lo que es y lo que va avanzando y que son necesarias para llegar al producto final.
En este sentido tal como nos comentaba Miguel, evaluación se funde con aprendizaje, en una actividad decisiva, que puede y debe realizarse a diferentes niveles (autoevaluación, co-evaluación...) y que debe valorar a todos los implicados en el proceso.
Las CCBB convierten al alumnado en el protagonista del aprendizaje proponiéndole retos personales y retos sociales en forma de tareas integradas. Yo enlazo este planteamiento con el encuentro del alumno/a consigo mismo/a, con la idea de tener una relación sana y consciente con lo que realmente somos, para que desde aquí, y con los principios del aprendizaje cooperativo, pueda traducirse en una mejora social. Lo que me lleva a uno de los pilares para mí clave en la educación: el aprendizaje de servicio.
Básica, por tanto, la actividad, la acción, que a través de tareas de áreas o de trabajos monográficos multidisciplinares, que responden a nuestros criterios de evaluación, van a pemitir a nuestros/as alumnos/as realizar aprendizajes por descubrimiento desde su creatividad.
A tener en cuenta, la importancia del saber. Se nos recalcó una y otra vez que:
"Antes de saber hacer, tenemos que saber".
Saber que, en esta Filosofía, no se entiende de forma convencional. En este saber, el alumnado sigue siendo el protagonista y cuenta, tanto en esta fase como en la fase de saber hacer, con las nuevas tecnologías y con las estructuras que nosotros/as le proporcionamos para recoger los saberes de cada área.
Para todo esto, dos claves: coordinación de todo el equipo educativo y la ayuda de colaboradores, familia o expertos en los temas que trabajemos. Lo que de ser llevado a cabo de forma eficaz, nos convierte en modelos para nuestro alumnado, en el trabajo colaborativo.
A lo largo de todo el proceso nos permitimos y le permitimos a nuestros/as niños/as la reflexión sobre el mismo, lo cual va a posibilitar reforzar su pensamiento crítico y la autorregulación del proceso.
Hasta aquí la reflexión.
Para la práctica, nuestra Formación en Centro, "Aprendiendo a Ser", que mañana a las 14:00 h. comienza y en la que estoy totalmente convencida puede integrarse, "La semana de los proyectos" de iCOBAE.
Resulta altamente gratificante, reconocer claves que son constantes en las diversas formaciones a las que acudimos, que permiten matizar y a la vez reforzar el ideal educativo con el que soñamos y por el que trabajamos.
Ana María R. Novoa
